El Ángel Caníbal
Escrita por Daniel Pit Parce
Escena 1
Pesadilla
La victima está sentada en la silla, al fondo la música de ambientación de la escena va aumentando el volumen, la víctima no puede moverse y empieza a tener un ataque de panico, tiembla sin poder levantarse, al final grita y al fondo se escucha como cae un cuchillo sobre una superficie dura.
Escena 2
Luz cenital y frontal.
Una mujer sentada en una silla habla a una grabadora mientras se come una manzana
Frígida: Desde hace tres noches he vuelto a tener el mismo sueño que me atemorizaba de niña, creo que este caso tiene algo que ver, aunque no sé porque, aun. En el tengo 12 años, estoy en la tina del baño de la casa donde vivía, frente a mí están las monjas del colegio donde estudie, sor maría, la madre superiora está en el centro, son muchas. Tengo miedo, intento gritar pero no puedo emitir sonido, de un momento a otro estoy completamente desnuda frente a ellas, y un baldado de agua fría cae sobre mí, la madre superiora me golpea con la regla que guardaba en su oficina. Ella decía que así los golpes duelen más y que yo debía sufrir mucho por lo que había hecho para que dios me perdonara, yo nunca supe qué era lo que había hecho para merecerme el castigo. no puedo moverme, siento una gran ansiedad, tengo ganas de despertar, pero no puedo abrir los ojos, luego la madre superiora se acerca y me besa, sus manos me tocan por todo el cuerpo, por las heridas que sangran, por mis senos y mi sexo, sus dedos son gruesos y grandes, parecen los de mi papa. Siento enormes deseos de matarla, deseo con todas mis fuerzas que un cuchillo aparezca oportuno en mis manos, inmediatamente las miro y tengo uno que parece muy afilado, corro a enterrárselo en el cuello, pero despierto antes de lograrlo
Era un sueño muy recurrente, lo tuve hasta que Salí del colegio, luego desapareció. Hasta ahora.
En muchas ocasiones he pensado como asesinar a alguien, busco en mi mente las razones que tendría para hacerlo y sin embargo no encuentro una que de verdad lo justifique, a veces imagino que se sentiría matar a un ser cercano. Pero me reprimo, también he soñado despierta con mi propia muerte, he imaginado paso a paso el momento en que alguien, un hombre. Me asesina, he visto sus ojos, se parecen a los de mi padre. (Apaga la grabadora)
Tengo la cabeza llena de pensamientos obscenos y morbosos, este caso me tiene completamente poseída, nunca había estado tras la pista de un asesino como este, es especial, algo del móvil que no encaja en los motivos usuales. Me gustaría poder entrar en sus pensamientos. Dios¡¡¡ Estoy fuera de mí. (enciende nuevamente la grabadora) La semana pasada que fui a la carnicería, Mientras el carnicero me empacaba la carne para la semana, me encontré parada frente a la bandeja del higado, cundo los vi, pensé inmediatamente en el asesino. Disfrute tanto meter mi dedo en ese pedazo de carne, entre más fuerte lo hacía iba sintiendo como el tejido se iba desgarrando, era suave y resistente a la vez, era una textura tan exquisita que no lo pude evitar y comí un pequeño pedazo que se deshizo en mi boca. Había en el acto algo de un placer sexual, debe ser igual con un crimen, una vez introduje el dedo en la carne, un corrientazo me recorrió el cuerpo terminando directamente en mi vagina, no sé porque, pero me recordó la primera vez que introduje mi dedo en un culo, solo que con la carne hay algo más profano, es una transgresión mayor, luego pensé que mi piel es blanda y suave como el hígado de una vaca.
Angela: (se aclara la garganta) ¿puedo pasar?
Frigida: Claro, pase, ¿en qué le puedo ayudar?
Angela: Vengo para la entrevista
Frigida: Ah sí claro, siéntese ¿trajo su Hoja de vida? (la revisa detenidamente) Muy bien Ángela, veo que tiene estudios de medicina pero no parece haber terminado.
Angela: si, hice unos semestres pero no pude continuar.
Frígida: ¿tiene conocimientos forenses o solo administrativos y de oficina?
Angela: tengo conocimientos de antropología, psiquiatría y psicología forense
Frígida: muy bien ¿alguna practica en esos campos?
Angela: (se ríe) No ninguna, soy una apasionada de la criminalística
Frígida: ¿Y cuándo puede empezar a trabajar?
Angela: ahora mismo si usted lo dispone
Frigida: mientras confirmamos sus datos, permítame le enseño la oficina y la pongo al tanto del caso en el que vamos a trabajar (saca una carpeta)
Frigida: es la tercera víctima este año en circunstancias similares, el modus operandi parece ser el mismo, por lo que se infiere que el crimen haya sido cometido por el mismo asesino.
Las extremidades superiores e inferiores y los intestinos fueron hallados en bolsas de basura llenas con piedras que el criminal arrojo a un rio a las afueras de la ciudad. Las partes fueron encontradas por un bañista que se aventurero a ir rio arriba. Ahora está siendo investigado, es el único sospechoso. Tuvo la mala suerte de que el nudo que ataba la bolsa con las manos se soltó, dejando escapar los miembros que en un acto exhibicionista flotaron hasta la superficie. La verdad, No creo que tenga nada que ver con el crimen, el pobre muchacho está demasiado asustado. Solo hemos encontrado manos y pies, solo eso nos envía como pistas. Al parecer no quiere que los crímenes queden impunes, porque de lo contrario no dejaría rastro alguno de ellos. Ahh lo olvidaba, el dedo índice de la mano derecha fue removido y aún no ha sido encontrado
Ángela: ¿es todo lo que tienen? (frígida asiente) que interesante
Apagón.
Escena 3
Un hombres sentado en una silla metálica, tiene en su mano extendida un vaso lleno de un liquido trasparente, mira al horizonte, esta absorto
Atrás bajo una luz cenital un hombre vestido con un saco de capucha roja.
Ángel: estas seguro de lo que vamos a hacer
Él: sí. Creo que si
Ángel: crees o estás seguro.
Él: estoy seguro, ya no hay marcha atrás.
Ángel: no haré nada que vaya en contra de tu voluntad, este no es un acto de fuerza
Él: Espero que cumpla con su parte
Ángel: todo será como lo planeamos, ¿hay algo que quieras hacer antes de comenzar?
Él: Si, quiero que me muestres las herramientas ¿Dónde va a suceder?
Ángel: aquí mismo… ¿quieres que empecemos ya?
Él: si; empecemos (se bebe el contenido del vaso)
Escena 4
Ángela: ¿empezamos doctora?
Frígida: (como despertando de un sueño) Si empecemos. ¿Llegaron los últimos reportes de criminalística? (Ángela le pasa un sobre, ella lo abre) según el informe era un hombre, mestizo, de unos 25 años, el reporte de dactilografía indica que su nombre era xxxxx xxxxx xxxxx, estudiante retirado de medicina, que curioso igual que usted, el asesinato fue cometido hace una semana, según lo indica el estado de putrefacción de las partes halladas. ¡Aja¡ Tenemos una foto de la víctima entregada por sus familiares. Según afirmaron en el interrogatorio se había retirado hace un semestre de la carrera por que al parecer tenía una crisis vocacional, durante el último periodo de su vida, la víctima se hallaba en estado depresivo, y aislamiento social. Dicen también que no era una persona de muchos amigos, por el contrario siempre se le veía solo, de aspecto taciturno.
Vivía con su padre, su madre se suicidó cuando él tenía nueve años, lo que según sus familiares nunca pudo superar, al parecer tenia tendencias homosexuales, pero sus familiares nunca pudieron comprobarlo, no tenía trabajo hacía más de cuatro meses, durante los cuales no salió de su casa y estuvo frente al computador la mayor parte del tiempo. De acuerdo al historial de internet, visitaba páginas de contenido pornográfico en su mayoría, también perfiles de asesinos en serie, y una página en especial que les llamo mucho la atención: antropófagos.com.
Su historial criminal está limpio y no tiene tampoco record suicida
Salió el día del asesinato a una cita que fijo por internet con una persona que usaba el seudónimo de angelcanibal. El cual no se ha podido rastrear aun. Se quedaron de ver en el parque central a las 7 de la noche del día 25, es decir hace 10 días exactamente, después no se le volvió a ver nunca más.
Según el contenido de la conversación, la víctima le regalo conscientemente su cuerpo al asesino, lo cual dificulta un poco el caso
¿Quiere escuchar la respuesta del angelito? (Ángela asiente)
“No hay nada en el mundo que desee más que tu cuerpo, anhelo el sabor de tu carne y el olor de tu sangre”
Aun no tenemos nada del asesino, los cortes fueron perfectos, hechos con la mayor de las meticulosidades, no hay grandes traumatismos, al parecer fueron hechos con instrumentos quirúrgicos, no hay huellas dactilares ni nada que nos pueda indicar algo sobre el criminal o el lugar donde fueron realizados
¿Qué opina?
Ángela: la victima consintió con el asesino, ambas partes estaban conscientes de sus actos
Frígida: si, la ley no ha dispone en cuanto este tipo de crímenes, si podemos llamarlo de esa manera, la mente criminal siempre sobrepasa la de los legisladores ¿Qué opina del asesino?
Angela: es probable que sea un hombre, aunque no quede esto claro en las comunicaciones por internet, pero por lo general este tipo de actos están relacionadas con represiones sexuales y prácticas sadomasoquistas.
Es posible también que sea un hombre con profundas frustraciones, problemas afectivos, trastornos mentales y perturbaciones físicas muy comunes en niños maltratados o abusados sexualmente. Es probable también que padezca de esquizofrenia
Frígida. Muy interesante, es un buen diagnóstico ¿cree que reincida?
Ángela: es muy probable, Diría, que es seguro, en este momento debe estar detrás de su próxima víctima.
Frigida: habrá que esperar ¿qué crees que hace con el resto del cuerpo?
Angela: No se… tal vez se lo coma
Apagón
Escena 5
(Frígida sola en su oficina, enciende la grabadora))
Frígida: es supremamente interesante la psicología de la víctima y del asesino, ambos hacen parte de una ecuación perfecta... Víctima y victimario, se buscan el uno al otro, se atraen, se anhelan y se recrean en sus mentes.
¿Es realmente culpable de crimen alguien quien ha asesinado bajo consentimiento de la víctima? ¿Es posible regalar nuestro cuerpo? ¿Podría un acto como estos ser un acto de amor?
No es coincidencia, que dos seres con esas naturalezas se hayan encontrado. Las coincidencias no existen. Cada víctima escoge su verdugo consciente o inconscientemente. ¿Puede el deseo de morir tan profundo y recurrente atraer hasta nosotros a nuestro verdugo hasta el punto de comer en la misma mesa y del mismo plato con el sin aun saberlo? ¿Me pregunto cómo sabemos si somos víctimas o victimarios? (apaga la grabadora)
Por dios Qué cosas se me ocurren. Estoy al borde de la locura, mi cabeza está llena de imágenes y de tanta información que se cruza y se confunde. Quiero llegar hasta el fondo de todo esto, no me conformo solo con hallar el asesino, quiero conocerlo, entenderlo, deseo mirarlo a los ojos y saber si es odio lo que hay en ellos, o si es como en mi sueño, en el que los ojos de mi asesino me miran con amor, como si con ese acto fuera posible liberarme de la culpa.
La culpa…En este caso la culpa está presente en ambos lados de la ecuación, pero ninguna de las partes es culpable. No entiendo porque estoy tan obsesionada con este caso, ¿Cuál es mi parte dentro de esta ecuación? Hay una parte de mí que lo justifica y parece entenderlo mediante la intuición. Quisiera tenerlo frente a mí y decirle que no soy yo quien le juzga, que solo a los ojos de la ley es culpable, y que hace parte de una ecuación perfecta, que él también es víctima, de la ley, cualquiera que sea. ¿Se puede culpar a alguien cuando también se ha recreado en sueños la muerte de su propia madre y la suya misma? ¿Acaso nunca han imaginado el sabor de la carne humana? Dicen que sabe a puerco ¿cuándo comes carne, no piensas que tal vez sea la carne de un hombre que no conociste? Yo si lo pienso, y no seré yo quien tire la primera piedra.
Escena 6
(La víctima se levanta de la camilla, no tiene rostro, lo cubre una máscara negra)
Víctima: Tengo un poco de comezón en el cuello, pero no puedo rascarme, ya no tengo control de mis movimientos ni de ninguna de las partes del que antes era mi cuerpo. Cuando decidí entregarle mi cuerpo perdí todo el dominio que tenía sobre él, perdí la voluntad. Esa última decisión me libero de la responsabilidad de tener que decidir por el resto de mi vida (se ríe) aunque ese resto de mi vida fuera tan solo un momento. Pero el tiempo es relativo y la sustancia del que está hecho, si se puede utilizar esa palabra, es elástica, se contrae y se expande a su voluntad.
Ahora soy solo espasmos involuntarios. Fluidos que se coagulan, últimos estertores y pronto seré solo un nido de gusanos, volveré al olvido de donde nunca he debido salir.
Es posible que pasen días, tal vez semanas antes que alguien me eche de menos, últimamente era solo una sombra , una presencia que evitaba ser vista, ni siquiera sentida, un lamento interminable en una frecuencia imperceptible. Los seres insignificantes como yo, somos lo más parecido a un fantasma, solo la compasión nos devuelve el peso, nos hace vivos, la compasión nos devuelve la materia, hace que los vivos vuelvan su mirada hacia nosotros, es el alimento de los seres como yo.
Nadie va a extrañarme, tampoco nadie va llorar por mí, me extrañaran mis plantas, para las que mi muerte es también su sentencia de muerte, pero ellas no necesitan mi compasión.
Soy una criatura indigna de cualquier sentimiento humano, soy indigno del amor, la muerte era la única luz al final del túnel, ¿para qué iba a prolongar por más tiempo esta existencia inútil, si al final mi destino era solo ser alimento de gusanos? Pero mi piel no está corrupta por la culpa, ¿porque no darle un destino más útil a mi carne? ¿Porque no alimentar con ella la pasión? soy un cobarde, mi vida ha sido un acto de cobardía, y pensé que mi muerte debía ser diferente, por eso cuando encontré el anuncio, pensé que no habría posibilidad de un acto más valiente que un sacrificio consiente, y me entregue. Con un solo acto reivindicaría una vida, ahora podría estar libre de culpa.
Escena 7
Ángel: sí, soy el asesino. mi nombre lo escogió mi padre, así era como él me veía, decía que yo era un ángel, fue tal vez la primera y la última persona que vio algo bueno en mí, yo nunca he visto más allá de mi reflejo en el espejo. Con su muerte se fue la única posibilidad que había de cambiar mi destino, con su muerte mi mutación estaba firmada, después de su muerte crecieron los tentáculos y las púas. Yo lo mate, su amor era tan grande, tan enorme, que no lo soporte, no resistía mirarme a sus ojos y verme en ellos como él me veía, tenía miedo que dejara de verme así algún día. El día del accidente, yo soñaba despierto con su muerte
Ahora, tantos años después aún recuerdo claramente ese reflejo en sus ojos, agradezco que este muerto, así no tiene que ver en lo que me he convertido, y no tengo que ver en sus ojos el asco, la decepción y la maldita compasión.
Las personas creen que la compasión es un sentimiento piadoso, que idiotas, no se dan cuenta que la compasión es la materia prima de los monstruos y de muchos de los deseos perversos, la compasión es como la envidia, nos va llenando de rabia y de frustración, se va adhiriendo a las paredes internas de nuestros tejidos, es como al grasa, como un tumor.
Los ojos de la gente normal no soportan verme tal cual soy, yo los veo, y no es mucha la diferencia entre ellos y yo, solo que ellos viven en la mentira de la perfección, de la normalidad, creen que son especiales y solo son corrientes, estereotipos, reproducciones en masa, creen que tienen la verdad de su lado porque son más y hasta creen que son buenos.
Todos alegan que no le hacen daño a nadie, como si el mal solo habitara en el corazón de los asesinos o de los criminales. Recurren a la ley, como si la ley pudiera indagar en el alma de los seres. El mal está en todos nosotros, estamos hechos de maldad, al igual que de otras muchas cosas, el mal es un acuerdo inconsciente entre miles de mentes, está hecho de miles de deseos siniestros, de deseos humanos. Los monstruos como yo somos el resultado, el residuo de esos miles de acuerdos, somos el producto de los millones de deseos humanos, a algún lugar han de ir los deseos una vez son deseados, una vez son pronunciados, en alguna parte han de habitar, han de esperar.
No somos conscientes de nuestros deseos
Mi mama siempre deseo tener un niño… Y el deseo se le cumplió.
Escena 8
Frígida en su oficina
Frígida: Me pregunto qué siente la victima un minuto antes de morir.
La muerte es como la finalización de un combate, la agonía es un combate. Me pregunto si la victima lucha o simplemente se entrega a morir como quien se da a los placeres más abyectos en una habitación oscura llena de personas pero donde nadie tiene rostro y solo hay sensaciones.
Han pasado tres meses desde que ocurrió el último asesinato y aun no tengo nada, casi que he perdido la esperanza de encontrarlo. Al principio, los titulares en los periódicos y en los noticieros, era tema obligado cuando me subía a un taxi, todos tenían una opinión al respecto, sentía vértigo cada vez que me hablaban de él y no entendía porque, la mayoría de las personas se compadecían de la víctima, “eso le pasa por marica” decían otros cuando se enteraron por los medios que el joven era homosexual, el debate estaba vivo, pero llego el momento que el tema dejo de vender periódicos y la gente simplemente lo olvido, volvieron a los ríos como si nada, y la víctima se perdió en el olvido, fue solo uno más de millones de casos.
¿Me pregunto si la víctima seria consiente de la influencia social que tendría su acto? Después de su muerte tuvo sus quince minutos de fama, la atención que le falto durante toda su existencia.
El resto de su cuerpo nunca apareció, me sigo preguntando que hizo con él, y si habrá una nueva víctima en el futuro
Ángela. Buenas tardes doctora
Frígida: hola Ángela, como estas… ¿hay algo nuevo?
Ángela. Nada doctora, el crimen perfecto.
Frígida: no seas ingenua Ángela, no hay crimen perfecto, el peor enemigo de un criminal es la soberbia
Ángela: y el mejor amigo es la mediocridad de la justicia.
Frígida: al parecer soy la última persona a la que le importa este caso, y no entiendo porque, tantas veces he visto archivar casos y me importa tanto o menos que el clima en Iraq.
Ángela: Por algo será doctora… por algo será. Bueno, pero por ahora celebremos
Frígida: ¿celebrar? ¿Tenemos Algo que celebrar?
Ángela: Hoy hace tres meses que estoy trabajando con usted. Para mí es un motivo de celebración. Le traje mi especialidad culinaria (le sirve un plato de carne que huele y luce exquisito)
Frígida: vamos a ver ¡hummmm¡ esto esta delicioso, ¿Qué es? ¿Cerdo?
Ángela: es un secreto de familia. ¿Vino? (le sirve una copa de vino tinto)
Frígida: hay algo que usted dijo recién entro a trabajar conmigo que no he podido sacarme de la cabeza y me ha producido las peores pesadillas de mi vida.
Ángela: ¿Qué dije yo? ¿Qué será?
Frígida: que tal vez se los come
Escena 9
(Pesadilla)
Frígida sobre la camilla acostada mientras ángel revuelve sus vísceras con la boca. Frígida se despierta sudorosa y agitada tiene sangre en sus manos
Escena 10
La víctima: Amor es mirarte hermoso en unos ojos que no son espejos.
Nunca antes pude mirarme en unos ojos sin sentir vergüenza. Las miradas son como garfios que auscultaban debajo de mi piel hasta que encontraban el dolor, pero cuando lo mire, supe que era él. Deje de dudar, no sentí vergüenza, por primera vez creí confiar, era la mirada de mi verdugo. Lo busque por tanto tiempo, aun sin saber que lo buscaba, cada noche y cada encuentro era una búsqueda. Pague tantas veces y al final, solo era decepción y vergüenza y miradas de horror. No entendían y huían, me hacían sentir como un monstruo, un freak, yo solo buscaba la bondad del verdugo.
Me trato como se trata un ser amado, tenía la mirada de un niño enfrente de un juguete que ha deseado por mucho tiempo. Me contemplo como se contempla lo inverosímil y sonreía como quien ha encontrado la felicidad.
No sentí dolor físico, estaba ya fuera de mi cuerpo, el líquido que me dio a beber me libero del el, pero llore, llore hasta el último momento, para algunos el dolor es el camino hacia la felicidad, al menos era mi camino. Soy de ese tipo de seres que solo en lágrimas vive el amor y solo en negro vive la carne.
Soy la victima perfecta, soy el que se entrega, el que no lucha, el que pierde. Había imaginado tantas veces mi muerte, pasó a paso, y es curioso, sus dedos eran iguales a los dedos de mi verdugo de ensueño.
El cuchillo entro tantas veces en mi carne que antes de quedar completamente inconsciente ya había perdido la cuenta, estaba vivo cuando tomo una parte de mi cuerpo, la preparo en la cocina y frente a mí se la comió, me dio a probar mi propia carne. Estaba exquisita. Parecía como si el brillo de mis ojos que poco a poco los abandonaba se escapaba para brillar en los suyos. Olía delicioso. Había mucha sangre, pero no sentí asco, tenía mi sangre en todo su cuerpo, gruesas gotas se desprendían de su mentón después de haber recorrido hasta allí desde su frente. Lo último que recuerdo son sus ojos y un placer que lindaba con el deleite, con el éxtasis. Siempre admire el filo de las navajas. Ahora sé porque.
Apagón
Escena 11
Frígida baila flamenco a un lado del escenario con dos cuchillos en sus manos, mientras al otro Ángel afila los cuchillos y los prueba sobre la carne
Ángel: (Mientras come)
La victima dejo de aullar
Las manos teñidas de sangre tocaron la tierra
Rojo y marrón
Olores a hierro y a flor
Ahora no eran lágrimas, era sangre
La sangre que se derrama no se pierde
Dejo de luchar, pero no se venció
Lo único que me pidió a cambio era que le mostrara las herramientas que iba utilizar. Le hice una descripción detallada de todo lo que se requería para que el ritual fuera perfecto.
Una habitación espaciosa, una mesa grande o una camilla, una sierra o un buen juego de cuchillos afilados de acero inoxidable, una maquina afiladora por su puesto, una tina para drenar la sangre y una jaula, aunque en su caso no iba a ser necesario, se requiere cuando la víctima es muy nerviosa, la quietud es muy importante para que la carne tenga mejor sabor y textura.
Le explique que lo idóneo era que la víctima no comiera durante las 48 horas previas, eso él ya lo sabía, venia preparado, estaba a dieta hacia dos días. Le pase el vaso con el líquido que le cambiaría el estado de conciencia, necesario para poder aislar el dolor y los nervios, lo bebió tranquilamente
Tenía miedo, pero no era miedo a mí, tampoco era miedo a la muerte, era más un miedo a la vida, miedo al fracaso, miedo al arrepentimiento. Ha sido la primera víctima que se entrega de manera completa, no hubo espacio a la violencia, ni necesidad de apresuramientos, pude tomarme mi tiempo y disfrutar de la contemplación, él era la victima prefecta, aunque debo confesar que la violencia tiene algo irremplazable, orgásmico, sin embargo nada es comparable con la entrega, me inspiraba bondad, no era compasión, era algo parecido al… amor, era extraño verlo a los ojos, tenía esa mirada de cordero al ser llevado al matadero, era consciente de su destino y lo aceptaba sin reparos, era algo parecido a la perfección, como mi alma gemela, si es que existe el alma y si es posible que dentro de mi habite una.
Han pasado ya tres meses, queda poco de él, ha sido exquisito, la carne más tierna de todas las que he probado, pero se acerca el tiempo de la siguiente, esta vez nada ha sido dejado al azar, y creo que se acerca un combate. (Dentro de un sobre deposita en dedo)
Escena 12
Fantasía
Ángel sentado en la silla de espaldas al público, frente a él la victima lo golpea fuertemente a un ritmo frenético mientras le grita obscenidades. La excitación toma control del cuerpo de ángel, tiembla y se estremece, rápidamente saca un par de cuchillos, se levanta y con ellos decapita la cabeza de la víctima que cae fulminada al suelo. Jadeos y mucha sangre que gotea por sus manos y las hojas de los cuchillos
Escena 13
Ángela: ¡Doctora¡ ¡doctora¡ acaba de llegarle este sobre, y a que no adivina quién lo envía
(Frígida se pone unos guantes quirúrgicos y abre el sobre, dentro hay un sobre que contiene un dedo y una nota que lee, mientras es pronunciada por ángel)
Ángel: La culpa es una bestia insaciable que se apodera de los cuerpos humanos, los animales no sienten culpa, es privilegio de los hombres. La culpa es caníbal, se alimenta de sí misma, ¿sabe donde habita la culpa doctora? Tal vez en el mismo sitio donde alguna vez hubo inocencia. ¿A dónde va la inocencia doctora? ¿A dónde va la inocencia? ha de ir a alguna parte.
La inocencia muta, se transforma en culpa, y la culpa nos vuelve víctimas,
¿Qué piensas hacer con la culpa doctora?
Frígida: Ángela haga analizar inmediatamente este sobre y lo que contiene ¡de inmediato¡
Es como en mi sueño, el dedo es la culpa, como sabe que tengo encima mío la culpa de las monjas del colegio y el recuerdo de sus dedos largos y arrugados sobre mis pantorrillas, la culpa de mi padre y sus dedos grandes y gruesos sobre mis labios y mi sexo, la culpa de mi madre y sus dedos abofeteándome la boca, solo las víctimas somos culpables por sentir culpa, la inocencia es como una margarita y yo he devorado la margarita.
Escena 14
Ángel: ahora es cuando empieza el juego, el cortejo fúnebre. Una idea se incrusta en la mitad de su frente hasta que se apodere completamente de todos sus pensamientos, de todas sus imágenes. La victima debe desear tanto la muerte que inconscientemente se mete en la boca del lobo, la curiosidad es su mayor equivocación. Hay quienes desean saber lo que no necesitan y se confunden. La muerte es un palpito que se siente mucho antes, es una decisión, la víctima ha elegido su verdugo y el verdugo ya presiente el sabor de su víctima, el juego es su estrategia su goce y su trampa.
Ya ha mordido el anzuelo, ahora solo resta que se deje llevar, que se escuchen sus lamentos, como los cerdos que saben que pronto van a ser sacrificados, aúllan de terror, de miedo, el temor es el alimento de la víctima, y entre mayor es el miedo mayor el placer que los inhabilita para ver las señales de advertencia.
Hay que asustarlas hasta la ceguera. Los juegos de rol son ecuaciones y las ecuaciones son perfectas, como diría ella. Después de la curiosidad llega la tentación, como un leve olor que nos atrae a la fuente y la fuente es un abismo, después el vértigo: el miedo a saltar, el miedo a la muerte. Y al final solo un leve impulso hecho con toda la fuerza de voluntad.
Escena 15
Frigida: (enciende la grabadora) sabe quién soy, sabe mi nombre y sabe dónde encontrarme, estoy siendo cazada, como la presa que ha sido observada durante mucho tiempo y de la que se sabe todo, hasta el punto de predecir sus movimientos. Soy la victima perfecta, ¿pero porque me pone al tanto de su estrategia? Quiere jugar, está jugando con su presa (apaga la grabadora).
He sido una completa imbécil, llevo tres meses detrás de un asesino y lo único que se dé él es un seudónimo que es lo mismo que no saber nada. Tiene que estar más cerca de lo que pensaba, tan cerca que puede escuchar mis pensamientos y oler mi miedo
Ángela: Doctora, acaban de llegar los resultados del análisis.
Frígida: ¿que encontraron?
Ángela: es el dedo que hacía falta, no hay huellas dactilares, exceptuando las del mensajero y las mías.
Frígida: por favor deje el sobre en la mesa y retírese. Ángela… no ha vuelto a cocinar ese plato que me trajo hace unos días
Ángela: No doctora, es solo para ocasiones especiales, pero si gusta le puedo preparar un poco.
Frígida: no, tranquila Ángela, esperemos que la ocasión lo amerite (Ángela sale)
Frígida va al escritorio saca de allí una carpeta y toma el teléfono y marca un numero
¿Alo? Me gustaría confirmar unas las referencias, si Ángela cana…val. Ya no es necesario, Gracias. (Cuelga)
Escena 16
Ángela: doctora si no me necesita más me gustaría irme temprano esta noche
Frígida: ¿Por qué? ¿Tiene planes especiales para hoy?
Ángela: nada en especial, la cena que me espera en casa. Hasta mañana doctora
Frígida: Ángela, No cree que ya va siendo hora que el asesino actué nuevamente. dicen que algo que sucede una vez pueda no volver a ocurrir, pero que algo que sucede dos veces pasara una tercera y lo que sucede tres veces es seguro que ocurrirá una cuarta, además no creo que un cuerpo humano tenga suficiente carne para más de tres meses, si es como usted dice, que se los come.
Ángela: Todas las cosas tiene su tiempo doctora
Frígida: Váyase tranquila Ángela, pero este preparada, presiento que pronto tendremos una sorpresa
Ángela: hasta mañana doctora
(Ángela sale, frígida se cambia de ropa, se pone una chaqueta roja de capucha como la que usa la víctima y unos lentes negros, deposita su arma en la maleta)
Escena 17
Victima: vivir es una lucha, un duelo, la palabra agonía viene del latín agon que significa combate, la vida es una batalla a muerte, pero no con la muerte, ella hace rato nos ha tocado el hombro para advertirnos que estará ahí hasta que sea el momento. Vivir es una batalla contra nosotros mismos y nuestros temores, contra la culpa y la debilidad. El verdugo no es más que la materialización de las manos de nuestro miedo a vivir, se hace fuerte y grande gracias al miedo, el verdugo se hace carne cuando el temor ha superado a la fuerza de la voluntad y la culpa se ha comido toda la energía que teníamos para luchar, la culpa es caníbal, se alimenta de sí misma después que ha acabado con todo lo demás.
He descubierto que La victima perfecta no es la que se entrega, la victima perfecta es la que lucha por su supervivencia y sobrevive, para dejar de serlo y supera su condición de víctima, ser víctima es una elección y dejar de serlo también, la victima tiene que enfrentarse al miedo, encararlo con valentía y coraje y mirarse en los ojos del el, mirarse en los ojos de su verdugo y reconocerse allí, el resto depende de lo preparado que se esté para el combate, también un poco del azar y sobre todo de haberle perdido el miedo a la muerte, en un duelo solo uno sobrevive.
Escena 18
(similar disposición de la escena 3)
Ángel: pensé que se había arrepentido doctora
Frígida. Todas las cosas a su tiempo, usted lo dijo
Angel. Está segura de lo que vamos a hacer
frígida: sí. Creo que si
Ángel: ¿cree? o ¿está segura?
frígida: estoy segura, ya no hay marcha atrás.
Ángel: hay un teléfono, puede llamar a la policía
Frígida: no necesitamos a la policía esta es una velada para dos
Ángel: ¿es como se lo había soñado?
Frígida: No exactamente
Ángel: ¿Cuál es la diferencia?
Frígida: que en mi sueño tenía miedo
Ángel: que cree que va a pasar ahora
Frígida. Lo que tenga que pasar
Ángel: acérquese quiero mirarla de cerca
Frígida: (se acerca quedando frente a él dándole la espalda al público) ¿Es aquí donde sucede?
Ángel: si, es aquí mismo, me imagino que con usted no será tan sencillo
Frígida: ¿porque lo supone? Estoy justo donde quiere que este, la carnada fue perfecta
Ángel: La última víctima fue un poco fácil, aunque no voy a quitarle los méritos, pero de usted me espero un poco más de resistencia, supongo que esto no va a ser necesario (le señala el vaso con el líquido)
Frígida: ¿porque yo? ¿Por qué de entre tantas personas yo?
Ángel: el temor y la culpa tienen olor, además usted más que nadie podría entenderme, me gustan las victimas que son conscientes de su condición y se dejan llevar a la trampa
Frígida: que boca tan grande tiene
Ángel: es para comerte mejor (de repente ángel se levanta y golpea a la doctora fuertemente en la cara, ella cae al suelo sin poder levantarse) ¿está preparada para morir doctora? (levanta el cuchillo, suena la cortina musical, la luz empieza a desvanecerse lentamente, cuando se ha apagado por completo, suena una descarga de arma de fuego, un cuerpo que cae y unos tacones que se alejan)
Frígida: si
FIN DE EL ÁNGEL CANÍBAL
2009